Así lo señalan The Boston Consulting Group (BCG) y la organización no gubernamental Save the children, que revelaron un estudio sobre el futuro de lo que se conoce como el mercado de las ONG o entidades que reciben recursos de cooperación internacional para tareas con impacto social.

Se estima que en Colombia del total del mercado social solo US$2.000 millones provienen del sector privado; lo que equivale a apenas 0,7% del PIB. Aunque no se puede desconocer que es una cifra importante está muy alejada de países como Estados Unidos, donde el mercado social alcanza a representar 2,1% del PIB, lo que representa más de US$400.000 millones.

El principal desafío que ha enfrentado este mercado es que Colombia se convirtió en un país de renta media y, adicionalmente, logró su inclusión en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (Ocde). Ello representa un desafío adicional, pues los fondos de cooperación disminuirán notablemente al finalizar la implementación del proceso de paz. Esto quiere decir que el país dejará de ser un receptor de recursos, pues se espera que el Estado aumente la inversión en temas sociales, y así supla la labor que venía realizando la cooperación internacional.

Otro obstáculo es el cambio de la regulación tributaria y los mecanismos de contratación, pues  el decreto 092 de 2017 restringe en cierta medida la contratación estatal, afectando directamente a las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) , ya que les exige el pago de una contrapartida de 30% en capital.

Otros factores como la falta de cultura de la donación, la desconfianza por el manejo de los recursos por parte de las ONG, las altas comisiones bancarias que generan un 10% de pérdidas de las donaciones, la desconfianza hacia las operaciones en línea, la falta de programas profesionales de recaudación y la falta de articulación entre los donantes y los receptores, dificultan el crecimiento de dicho mercado. No obstante existen recomendaciones importantes en esta materia para que el país pueda potenciar su mercado social.

Las empresas privadas son un eje fundamental si se quiere ampliar el mercado social y en Colombia cada vez es más común que estas incluyan los temas sociales y la innovación social, no solo como una cuestión de responsabilidad empresarial, sino como una parte esencial del funcionamiento de las compañías, lo que hace que el país tenga un gran potencial en esta materia.

Entre los resultados del estudio realizado por The Boston Consulting Group (BCG) se percibió que en la medida en que las empresas mutan de la responsabilidadsocial  empresarial al “impacto social total” como estrategia, aumentan su longevidad y el valor de los accionistas entre 3% y 19% dependiendo del sector industrial.

Por tal motivo es necesario que las empresas constituyan un equipo comercial enfocado exclusivamente a temas sociales, que el Estado tenga equipos con un enfoque en licitaciones sociales y que las fundaciones rindan cuentas y entreguen oportunamente resultados transparentes, pues solo 60 de cada 100 colombianos confía en las instituciones sin ánimo de lucro.

Finalmente para que el país alcance su potencial máximo de crecimiento en el mercado social, es necesario que se cambie la percepción que se tiene frente a las donaciones, y que se genere una sinergia entre las empresas, el estado y  fundaciones, para articular eficientemente la relación entre donantes y receptores.

Fuente: Dinero.com